ARTICULISTA

 

La pesca industrial del norte está en una encrucijada. En medio de una sus peores crisis en la historia, por el fenómeno del Niño, se enfrenta a una incertidumbre legal de incalculables consecuencias. Para modificar la Ley de Pesca se plantea eliminar el ingreso de la flota pesquera industrial en las primeras cinco millas, que la actual ley reserva para la pesca artesanal, bajo una modalidad temporal, excepcional y que requiere del acuerdo de los Consejos Zonales de Pesca.

Esto recoge prácticas y acuerdos de la pesca artesanal e industrial, representantes del mundo científico, del IFOP. Adoptar una iniciativa de esta naturaleza es ignorar la voluntad de los principales actores del sector y los criterios técnicos y científicos, que han permitido la coexistencia colaborativa y el desarrollo de la pesca en el norte de Chile.

La eliminación de esta excepción sería un error mayúsculo, porque generaría una disminución dramática de las capturas en la zona estimada en 60% del total actual. Ello no significa que se traspase a la pesca artesanal dado que esta no tiene la capacidad extractiva para estas capturas. El país perdería gran parte de sus recursos pesqueros de la zona e implicaría la destrucción de la pesca industrial del norte. Además, existen consecuencias geopolíticas porque los recursos marinos de la zona son compartidos con Perú. O sea, si Chile no realiza las capturas que dispone será el país vecino quien lo capitaliza, con el debilitamiento de nuestra soberanía en la zona.

Sería un golpe fatal para las principales empresas que operan en la zona. Los efectos sociales se dejarían sentir para al menos 30 mil personas ligadas al sector. Más aún, la pesca artesanal también sufriría un impacto severo, ya que la pesca industrial y artesanal son complementarias.

Las características regionales especiales del norte hacen inconveniente la eliminación de esta facultad de gran trascendencia económica, social y geopolítica para el país. Una amenaza frente a la cual las regiones perjudicadas deben estar alertas.

«Existen consecuencias geopolíticas porque los recursos marinos de la zona son compartidos con Perú».

Francisco Orrego Bauzá,, presidente, Sociedad Nacional de Pesca F.G.